lunes, 19 de septiembre de 2016

DE VUELTA AL TAJO

  
  Las dos últimas semanas han sido de asueto. La verdad, las vacaciones sientan muy bien. Muchos reiniciamos la actividad con la sensación de estar más cansados que cuando la abandonamos pero, desde el preciso momento en que el patrón nos suelta la correa, el reloj se empecina en marcar la hora con demasiada celeridad.

  Así es la vida, una suma de impulsos sucesivos al ritmo discordante del tiempo. Y ello es tan... injusto. La semana pasada disfrutamos durante tres días las fiestas de los Remedios, el Tiro do Carro y de la habitual cena del viernes. El resultado, a mi juicio, ha sido dispar. No refleja la actividad de todas las personas y entidades que  suman sus esfuerzos,a lo largo de todo el año, para deleitarnos con tales viandas.

  Para mi las fiestas de los Remedios, y por analogía, son como las vacaciones. Ahora, amigos mios, dejo libertad a vuestra interpretación.

  Y voy a dormir,  porque el tiempo no se para por ni para nadie.

  Dulces sueños y buenos días.

  J.J.V.F.


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