miércoles, 24 de agosto de 2016

ESCUELA DE CANTERIA



      Hoy se ha producido un suceso de notable importancia en nuestra humilde localidad. Terminada la obra y recogidos los enseres, faltaba por retirar la piedra restante, que había servido de materia prima para la construcción del muro de contención.

      Filgueira ya se estaba pareciendo a  Madrid, y en época de elecciones. Hacia tiempo que no habíamos visto tanto obrero junto del Concello, ni a tanto jubilado y dominguero supervisando el ''chollo''.

       Esperemos que, a diferencia de los procesos epidemiológicos, nos visiten más a menudo no sólo los turistas sino tambien este personal laboral, a veces injustamente infravalorado. A poco que hagan ya aportan bastante, en una comunidad cuya población no supera la treintena de habitantes, pero sobradamente si la citada media de edad.

       Es muy fácil opinar gratuitamente y quejarse de que las labores no son del todo acertadas. Puede ser que los resultados no maximicen nuestras expectativas pero, a veces es mejor estarse callado por eso del llamado ''coste de oportunidad''. Para los economistas este coste tiene su importancia y viene a reflejar, en lenguaje coloquial, lo que dejo de ganar al adoptar una decisión frente al resto de las disponibles. 

        Y a que viene esto? Es de agradecer que nuestros empleados públicos hayan podido trabajar en régimen de relativa tranquilidad. En la era ociosa que nos toca vivir, han proliferado como la espuma jefes de obra y capataces improvisados que ponen piedras con la vista y, si me apuran, podrían hacerlo con la lengua. Por fortuna su presencia ha sido fortuita y casi atestimonial.

       Desgraciadamente, ya casi no quedan canteros por estos lares y, los que quedan, carecen de relevo. 

        Por último, os voy a dar la primera lección que debe conocer todo Cantero que se precie: ''El buen cantero, cuando este ejerciendo como tal, deberá cerrarse la boca para que pueda cantar alegremente su cincel. En caso contrario, este arremetera contra su dueño llenándole aquella de polvo''. Los canteros si que conocen bien lo que es el ''coste de oportunidad''.



  J.J.V.F.






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